Wow, Kili. Me acabo de enterar que hay una Diosa Maya del suicidio, y no es porque yo ande pensando en suicidarme, sino porque tengo una amiga que lo ha intentado hacer varias veces, entonces, me he puesto a investigar para ver cómo la puedo ayudar. Así fue como me encontré con esa Diosa.
Eso de los suicidios y los suicidas es un tema aparte para discutir. Los judeocristianos lo ven como algo inmoral, lo peor que puede hacer una persona. Los japoneses, lo ven con una visión más tolerante, en tanto que tiene tintes rituales relacionados con el honor. Recordemos que hace unos días un funcionario, allá en Japón, se suicidó porque pesaba en su persona sospechas de corrupción (imagináte si en México sucediera lo mismo, ya nos hubiéramos quedado sin funcionarios, ja, ja, ja, se vale un poco de humor negro).
El suicidio en la cultura japonesa es conocido como seppuku o hara-kiri. El suicidio ritual era característico de los samurais, que lo practicaban como una forma de entregar su vida al honor de morir gloriosamente, antes que ver su vida deshonrada por un delito o falta.
Y bueno, cada cultura tiene su pensamiento particular al respecto. Aquí sobresalen los Mayas, quienes hasta tuvieron su diosa, llamada Ixtab; la representaban como un cadaver medio descompuesto con sus ojitos cerrados, colgando de un pedazo de cielo. Esta diosa tenía como encargo, proteger a los que se suicidaban, acompañándolos y guiándolos a un paraíso especial.
Actualmente, algunos historiadores relacionan el culto de la Diosa Ixtab, con los suicidios masivos que se dieron en la época de la Conquista, cuando algunos pueblos prefirieron el suicidio, antes que caer en la dominación española.
Por mi parte, creo que sólo puedo hablar por mí, y para mí, el suicidio no tiene sentido, en tanto que tengo la percepción que la vida es demasiada corta, como para que me alcance a hacer todo lo que quiero.
Quiero conocer los límites del universo, quiero conocer qué hay adentro de un hoyo negro. Tengo muchas ideas para escribir, al menos seis novelas, y unos cincuenta cuentos. Quiero pintar como unas mil acuarelas, y otro tanto de esculturas. Quiero plantar un bosque completo. Algún día quiero tener hijos; al menos uno. Quiero enamorarme y ser correspondido, de alguien como tú. Quisiera probar todas las comidas del mundo. Quisiera leer todos los libros, y enterarme de todas las filosofías. Quisiera hablar todos los idiomas. Quisiera tener más amigos. Quisiera estudiar, al menos, otras siete carreras universitarias. Quisiera, quisiera, quisiera.... Definitivamente, el suicidio, no es parte de mis planes, pero quisiera comprender por qué alguien desea morir.
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