La televisora RCTV no desaparece, porque seguirá transmitiendo en sistema de paga. Si se le retiró la concesión, es porque utilizaba su poder de convocatoria y persuasión, para actos de subersión en contra del gobierno establecido, a través de una fuerte propaganda anti chavista.
En ningún momento privilegió la objetividad periodística, sino la histeria colectiva en contra de Chavez, para darle una apreciación interna y externa en su país, como un dictador de la peor calaña. Sin embargo, los que hemos leído un poquito de historia latinoamericana, sabemos que dictaduras de temer, sólo han sido las de derechas. Recuérdese Pinochet, Videla, entre otros; donde todavía se siguen viviendo las secuelas de los desaparecidos, muertos y torturados.
Entrar al debate de la libertad de expresión, nos metería en el caso de discutir por qué en México todavía los periodistas no tienen asegurada la libertad de publicar, investigar temas que les siguen costando la vida. Otro elemento de preocupación, es el ya conocido por todos de que Ricardo Rocha tuvo que dejar su noticiero matutino, o Carmen Aristegui salió de la transmisión de SKY, por decir lo menos.
Entrar al debate, nada más es posible con información y conocimiento de los acontecimientos, no se puede partir de lo que las televisoras nos informar, porque son puras mentiras adornadas con estridencias, manotazos, mucho maquillaje y bastante hipocrecía de las verdaderas intenciones; yo por eso, ya no veo la televisión: estupidiza, atonta, te hace mediocre, te engaña, entre otras chuladas.
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