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julio 13, 2008

Día despejado por mariposas y enano

Andar muchas horas transitando por el sistema de transporte Metro de la Ciudad de México, tiene sus recompensas.
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En un mismo día, tuve la oportunidad de encontrar dos espectáculos excepcionales. Sin que me percata, cuando noté ya estaban dos chicas, hermosas por cierto, y para nada parecía que necesitaran de dinero, realizando su espectáculo.
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Puedo decir que rondarían por los veinte años, se pintaron en sus ojos sendas mariposas, se veían hermosas, con brillantina y todo. Representaron una relación amarosa tormentosa. Se decían una a la otra frases de poetas mexicanos y latinoamericanos famosos, al final, en la reconciliación, se tomaron de la mano, juntaron sus rostros y al unisono se dijeron el poema de Los Amorosos de Jaime Sabines. Luego, pasaron con su sombrero a los lugares de las personas para recoger el dinero.
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Es mi política nunca dar dinero, pero les di dinero, me dije, si luego he ido al teatro y he pagado por obras de teatro que no se acercan a la calidad presentada ante mí, valía la pena apoyarlas. Ese día fui generoso.
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Al cambiar de estación, algo atrasado para llegar a mi destino, y cuando todavía no se me olvidaba la hermosa poesía escuchada en el espectáculo de la línea anterior por mí transitada, PUM¡ que de pronto entra al tren un muchacho enanito, no pasaría de los 90 centímetros. Su rostro era de un joven de unos 25 años, guapo; su cuerpo era algo estrecho, achicado, tenía medio torcidito su brazo, me encantó.
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Entró acompañado de un joven como de unos 15 años, quien cargaba una grabadora vieja, de esas que necesitan pilas grandes. Al entrar el enano, se paró en el pasillo, serio, e inició la música tecno-industrial. El enanito hizo un performance. Bailó como robot, imitando a un Rambo. No pude evitar sonreir y divertirme como un pequeño. La gente de mi alrededor iba con sus rostros adustos, cansados de la vida, y al final, no pudieron evitarlo, y aunque con cierta vergüenza, sonrieron al divertimento del enano.
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Se despidió de todos, como un gran artista, sólo faltaron los tambores; mucha gente, incluyéndome, le dimos dinero. Una niña quiso abrazarlo, el enano le tomó la mano y partió al otro vagón del metro a seguir su espectáculo. No pude evitar imaginar que las putas, probablemente no le cobren, es simpático el cabrón enano.

Dos visitas

Tuve algunas visitas interesantes. La primera fue de un amigo, diría más bien un compadre (acepción de compadre: dícese del tipo que comparte las aficiones por el alcohol y sexo). Platicamos de todo un poco, lo que más me llama la atención de él, es la facilidad que tiene para atraer mujeres. Me parece que él es algo así como un Pedro Infante, no hay mujer que se le resista.
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Luego de platicarme sus andanzas, terminé con un sentimiento que tuve que reprimir, sentí envidia. Sí, es patético, luego de lo mal que me ha ido en esos terrenos, me sentí celoso de su éxito. Le di unos golpecitos de aprobación por sus aventuras, pero en mi interior me sentí molesto.
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La otra visita, fue de una pareja que son amigos míos, tienen ya algún tiempo tratándome, y alguna vez incluso me hicieron la propuesta de que hiciéramos un trío, y aunque son amigos míos muy queridos, les dije que no. Creo que no me nació. Ahora, luego de tanto tiempo vinieron con otra propuesta. Pues nada, quieren que sea su camarógrafo de su primer video íntimo de pareja. Primero pensé que era un chiste, pero no, en efecto, era una propuesta seria. La fecha no ha quedado bien establecida, mas dije que sí.
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Por el humor que he traído estos días, no me emocioné como antes lo hubiera hecho. Pero ya escribiré como me fue, si es que antes no se echan para atrás.

julio 12, 2008

Lo vi decepcionante, lo juro

Angelique
No hay mucho qué decir. Creo que casi cierro el changarro. Tantas decepciones de un plomazo creo que me han congelado un poco. Hoy me despedí de mi última perspectiva amorosa. Lo vi a los ojos sólo una vez en toda la reunión de trabajo. Lo miré con mis ojos de realismo. Lo vi humano, lo vi poco interesante, lo vi viejo, lo vi decepcionante.
*
Fue bueno volverlo a ver para despedirme con la mirada. Me parece que se percató de algo, porque al despedirse de mí, preguntó si yo estaba bien, respondí: Excelente¡ Partí sin esperar que me diera un aventón (vivimos por el rumbo).
*
No hubo nada nunca entre nosotros, a la mejor, entre el saludo y las despedidas, sentí en sus abrazos su cuerpo, sus hombros, lo olí, fue todo. Lo quise apasionadamente, muchas madrugadas desperté soñando con él y me masturbé, fue todo.

julio 07, 2008

Maithuna de Octavio Paz

Cuando los días se me vuelven más difíciles de vivir, prefiero perderme en la poesía. De la noche a la mañana, las tormentas, truenos y lluvia han inundado mi vida. Ni Kiliwa, ni Monteverde, ni el otro viejo cascarrabias me quieren; y pensar que he consumido horas y horas en pensar en ellos. ¿Lo lamento? Creo que no. Al menos, me ayudaron a autoerotizarme, a disfrutar de muchas explosiones intensivas de líquido que se derritió entre mis piernas, perdiéndose en el piso, las sábanas... los pensamientos.
Aquí te presento a Maithuna de Octavio Paz (el tipo, en lo personal, me caía super mal, claro como persona, pero en términos de su trabajo, es estupendo).

Mis ojos te descubren
Desnuda
Y te cubren
Con una lluvia cálida
De miradas

*

Una jaula de sonidos
Abierta
En plena mañana
Más blanca
Que tus nalgas
En plena noche
Tu risa
O más bien tu follaje
Tu camisa de luna
Al saltar de la cama
Luz cernida
La espiral cantante
Devana la blancura
Aspa
Fijeza plantada en un abra

*

Mi día
En tu noche
Revienta
Tu grito
Salta en pedazos
La noche
Esparce
Tu cuerpo
Resaca
Tus cuerpos
Se anudan
Otra vez tu cuerpo

*

Hora vertical
La sequía
Mueve sus ruedas espejeantes
Jardín de navajas
Festín de falacias
Por esas reverberaciones
Entras
Ilesa
En el río de mis manos

*

Más rápida que la fiebre
Nadas en lo oscuro
Tu sombra es más clara
Entre las caricias
Tu cuerpo es más negro
Saltas
A la orilla de lo improbable
Toboganes de cómo cuando porque sí
Tu risa incendia tu ropa
Tu risa
Moja mi frente mis ojos mis razones
Tu cuerpo incendia tu sombra
Te meces en el trapecio del miedo
Los terrores de tu infancia
Me miran
Desde tus ojos de precipicio
Abiertos
En el acto de amor
Sobre el precipicio
Tu cuerpo es más claro
Tu sombra es más negra
Tú ríes sobre tus cenizas

*



Lengua borgoña de sol flagelado
Lengua que lame tu país de dunas insomnes

Cabellera
Lengua de látigos
Lenguajes
Sobre tu espalda desatados
Entrelazados
Sobre tus senos
Escritura que te escribe
Con letras aguijones
Te niega
Con signos tizones
Vestidura que te desviste
Escritura que te viste de adivinanzas
Escritura en la que me entierro
Cabellera
Gran noche súbita sobre tu cuerpo
Jarra de vino caliente
Derramado
Sobre las tablas de la ley
Nudo de aullidos y nube de silencios
Racimo de culebras
Racimo de uvas
Pisoteadas
Por las heladas plantas de la luna
Lluvia de manos de hojas de dedos de viento
Sobre tu cuerpo
Sobre mi cuerpo sobre tu cuerpo
Cabellera
Follaje del árbol de huesos
El árbol de raíces aéreas que beben noche en el sol
El árbol carnal El á rbol mortal

*

Anoche
En tu cama
Éramos tres:
Tú yo la luna

*

Abro
Los labios de tu noche
Húmedas oquedades
Ecos
Desnacimientos:
Blancor
Súbito de agua
Desencadenada

*



Dormir dormir en ti
O mejor despertar
Abrir los ojos
En tu centro
Negro blanco negro
Blanco
Ser sol insomne
Que tu memoria quema
(Y
La memoria de mí en tu memoria

*



Y nueva nubemente sube
Savia
(Salvia te llamo
Llama)
El tallo
Estalla
(Llueve
Nieve ardiente)
Mi lengua está
Allá
(En la nieve se quema
Tu rosa)
Está
Ya
(Sello tu sexo)
El alba
Salva

julio 02, 2008

La Madanna fuera de TV (Del libro SEX)













Prelude du Fornication

(Haz click en la imagen para verla animada)
"El culo es un instrumento de viento;
el pene, de percusión"
*
-----Javier Miranda-Luque, Golpes de piano.........

junio 30, 2008

Viene viene

Hay una mujer que siempre veo sólo en su reflejo, es extraña o algo excepcional. A la mejor ella no lo sabe, pero tiene apitudes de actriz porno, sin ofender claro la naturalidad de su fisiología.
*
No hay hombre que la aguante durante mucho tiempo, siempre tiene más líbido que prodigar.
*
Una noche, con ánimo de agotarla, de ver hasta donde llegaba, me amanecí y el agotado fui yo.
*
Al final, con los dedos de mi mano, mi lengua, mi mano, todo mi cuerpo dormido, y ella me prodigaba de uno tras otro orgasmo.
*
Por último, perdí la cuenta, y sin exagerar puedo decir que se vino tantas veces y en tales cantidades que parecía que se había orinado más de dos o tres veces.
*
Paré, ya no pude continuar, pero su olor jamás perdió el almizcle dulzón que se impregnó en mi cuerpo, en mi cara, en mis muslos, en mi cabeza en todas partes de mí.
*
Mi olor dejó de tener presencia, su olor, sus orgasmos, su presencia, sus senos, fueron todo; bañada en sudor, se vistió y partió como si nada.

junio 29, 2008

Ternuras

Como pagó sus estudios Cristina Yang de Grey´s Anatomy

Fetiches



A la mejor es políticamente incorrecto adorar esta estética, pero me encanta.

Cruda. II parte de II

Las madrugadas son buenas para escribir, porque de los poros de la piel surgen todas las pesadillas sin ningún filtro. Con los días triste que he pasado, ha vuelto un tormento del pasado, que quiero contarlo. Siempre guardé esta historia para mí, porque estaba avergonzado de todo lo sucedido, mas quiero hoy reconstruir esa historia, para poder bajarle al baño de los recuerdos y dejarlo en el drenaje del pasado.

Lo recuerdo, era un tipo que yo admiraba mucho. Me encantaba todo lo que hacía, todo lo que escribía, cómo hablaba, cómo lucía su rostro, todo. Desde lejos lo miraba, lo adoraba. Por meses lo seguí. Con el tiempo logré entrar a su círculo y tratarlo. Cuando menos me di cuenta ya estaba yo bien enamorado de él.

No me enamoré del personaje que representaba en el medio de quienes escribían, me enamoré de la persona, de su sensibilidad. Además él era todo lo que yo no era. Él era blanco, yo negro; no había entre nosotros grises, y eso me daba una fascinación algo especial.

Lo buscaba, lo perseguía, lo amaba en cada una de sus facetas. Un día me invitó una cerveza en la Cantina no. 1 de la ciudad de México, El Nivel (aquella que ya no existe). Se puso sincero conmigo y me dijo que siempre le había llamado la atención. Su declaración me dio pauta para cantarle mi deseo y mi amor. Ese día, me dio un beso y las cosas no quedaron claras del todo. No supe si eramos algo o nada. Pasó el tiempo y los besos era lo único entre nosotros.

Cada que quería verme, que quería escucharme, yo era complaciente y a cada uno de sus llamados estaba pendiente. Había días que nada más me hablaba de él, no se fijaba en mí, sólo hablaba de su Musa, de su cotidianeidad y ya.

Nos veíamos seguido y así transcurrieron seis meses. A la primera insinuación de mi parte para que hiciéramos el amor, él fue ambiguo. No me rechazó pero tampoco aceptó. Yo por mi parte, cada que lo veía me moría de ganas de morderlo, besarlo, abrazarlo, tocarlo. Cosa que nunca pasaba, porque luego luego que nos veíamos, me daba un beso en la mejilla y empezaba a hablar sobre él mismo. Si desviaba la plática era para hablar de su Musa, que si era bella, que si él todo el tiempo la deseaba y ella lo rechazaba, que aunque dormían juntos, ella no tenía ninguna iniciativa sexual, que él era el que tenía que estarla buscando todo el tiempo. Odiaba esas pláticas, pero mi enamoramiento me obligaba a escucharlas.

Entonces, volví a insistir que me hiciera el amor. Finalmente aceptó. Nos quedamos de ver en su casa de descanso. Primero fuimos a un bar a tomar, luego de unas cervezas partimos a su casa. Hablaba, hablaba y hablaba. No me besaba, no me tocaba, nada. Entré a su baño, me cambié. Salí con ropa ligera. Me senté a su lado en la cama. Le puse su mano en mi pierna. Me tocó tímidamente, fue todo. Mejor me mostró todo lo que había comprado para estar ahí en su casa de descanso conmigo. Que si iba yo a ser el primero en estrenar tal o cual cosa. Tomamos un poco más, comimos cosas deliciosas, platicó más sobre él; y seguía sin preguntar nada sobre mí, o mínimamente tocarme aunque fuera un pelo.

Ya en la madrugada, y sin haber perdido mi deseo hacia él, me lancé a besarlo vestido de mi poca ropa. Medio me correspondió. No fue un beso apasionado; mas sentir su rostro tan cerca del mío, me volví loco. Lo amaba, lo deseaba, me moría por él.

Sin pensarlo, me lancé encima de él, le fui quitando su ropa. Le quité su pantalón. Le besé el pecho, el rostro, las manos, los brazos, lo toqué. Medio me tocó, como sintiendo la consistencia de mi carne, como reconociendo mis formas. Me desbordó el deseo, y continué besándolo. En ningún momento tuvo una erección, pero creo que se compadeció de mí y acarició mi sexo, sin pretenderlo, me vine, me derramé; y así varias veces.

Pasaban los minutos y yo mantenía al máximo mi potencial sexual, y él, apenas y me tocaba, pero no tuvo ninguna erección. Me acariciaba con sus dedos, con su mano, nada más. Yo le buscaba la boca, el cuello, el pecho. Le derramé varias veces la espalda y ya.

La intensidad de mi deseo evitó que me diera cuenta de lo que estaba pasando. Con la entrada de la mañana, y sin haber logrado exitarlo aunque fuera un poco, y donde él sólo ayudó a batear mi deseo y amor, le pregunté: ¿No me amas, no me deseas, verdad?

Mantuvo el suspenso unos segundos muy largos, para decirme la verdad: No. Fue su respuesta. Como siempre, me derrumbé. Puse mi cara de payaso alegre. Sentí tanta vergüenza. Quería soltarme a llorar. Quería borrar todo ese suceso. Incluso una parte de mí, quería salir corriendo, desnudo y lanzarme al vacío. Pero no, mantuve la calma. No entendí por qué me invitó a su casa, por qué tenía condones en la cama, sino tenía nada para mí.

Con lo poco que quedaba de mí, le pregunté, por qué. Me pidió que no problematizara la situación, porque no quería que estuviéramos peleando. Después de un breve silencio dijo en voz alta, aunque creo que no me lo dijo para mí: "A la mejor si tú no hubieras tenido la iniciativa a la mejor me hubiera exitado, a la mejor no hubiera pasado nada. Sé que esto iba a pasar desde el momento en que te invité... Tienes tu sexo rasurado, eso no me gusta, no me exita. A la mejor, si no parecieras un infante, a la mejor". De ese comentario, pasó a preguntarme si yo siempre era así de "caliente", de "cachondo".

No me volvió a tocar. Con la entrada del sol por la ventana de su casa, nos bañamos por separado, nos arreglamos y partimos. En el camino, lo miré de manera insistente, quería que se molestara. Hablaba como siempre, de él, de él y sólo de él. Y yo en silencio, le dije todo lo que se me quedó atorado en la garganta, en el corazón, en la cabeza. Al final, lo único que pude articular es: "Te voy a olvidar, ya no te voy a amar". A él, le dio lo mismo.

Me discipliné, fui valiente. No lloré. Días y días pasaron y los suspiros me siguieron oprimiendo el pecho. ¿Qué fue lo que pasó? No sé. Sigo sin encontrarle sentido a esa historia. Una parte de mí, todavía tiene un sentimiento por él. Uno más de todos los ególatras que he amado.

Él no lo sabe, pero humedecí su almohada con mi llanto. Le dejé toda su cama saturada de mis líquidos.

¿Lo forcé? ¿Mi deseo mató su pasión? ¿Por qué no me amó? ¿Por qué me invitó a su casa, sino le atraía yo? ¿Qué pasó?

junio 28, 2008

Cruda. I parte de II


Explorando mis sentimientos. Creo que eso es lo que voy a hacer en este momento:



Luego de dormir día y medio completo, después de mucho trabajo, desvelos y dos o tres parrandas continuas, así como de una visita a un amante, que terminó en una despedida deprimente, creo que es necesario ordenar todo esos recuerdos para dejarlos en el pasado y poder continuar.


Qué puedo decir del alcohol. Me encanta. Es mi estado perfecto. Para empezar me gusta el vino tinto. Si se trata de una charla ligera, prefiero una cerveza fría. Si se trata de ser intensos, bailar, gritar y terminar exhausto hasta el día siguiente, prefiero el tequila, el cognac o hasta el mezcal.


He de decir que estos días, he utilizado el alcohol como base para subirme al tren de la alegría, de la fiesta, del carnaval. ¿Me ha resultado? Creo que sí. Me he divertido mucho, no le he dado oportunidad de que me dé cruda, aunque acepto que he hecho una que otra pendejada, o creo que más de dos pendejadas, nada que el tiempo solucione.


Sin embargo, a pesar de que le puedo dar de vuelta al alcohol para evitar la cruda del exceso, no puedo darle la vuelta a las cicatrices, que afloran cuando se me revuelve la cabeza. Hace un par de días, Monteverde me habló, quería verme. Quise ser un vamps, y bueno, me permití ir a visitarlo, hacer el amor y regresar como si nada a mi vida. Las cosas no fueron así.


Al final, en la madrugada, con el frío, me vino la tristeza. Sentí un frío que caló mis huesos. Me sentí enfermo, triste, desesperado. Odié la situación en la que me encontraba. Ese tipo no me amaba. A pesar de que el punto del amor no es tema de conversación entre nosotros, me dolió que no me amara. Qué yo no fuera punto central en su vida. Me niego a ser intrascendente en la vida de los demás. Cuando amaneció partí de su casa, como alma en pena, triste.

junio 23, 2008

Apachurro tu gatito

Rebecca Tillett www.rtillett.com


He de decir que hay días en los que soy una persona fracasada. Las cosas a veces me salen pero en serio mal. No sé en qué arte, pero solito me saboteo.
Abro la boca y creo desastre. Y luego me quejo de que la gente me haga un lado de los proyectos.
Por ahora estoy triste. A pesar de los años soy malo para soportar el maltrato, las malas caras, el desprecio.

junio 21, 2008

Recopilación

La vida transcurre. Sólo eso. No quiero olvidar que soy, que existo.

*

Me he equivocado tanto. Me duele mucho eso:

*

Sangre de mi sangre

Llanto de mi llanto,

Parte de mi ser

y mi pensamiento

Eleva lo sufrido

a la aureola de mi alma

sobre llanto y sangre

de mi corazón deshecho

*

Uno de mis tantas llaves al sufrimiento. Espero que les guste.

Verso con el que alguna vez intenté suicidarme.

Ja- ja- ja-




Días difíciles

He regresado de una fiesta. Creo que estoy algo ebrio. Después de tanta verborrea creo que era necesario. He tenido muchas fiestas en la puerta; a pocas he podido asistir. La concentración no se me ha dado mucho estos días. La tristeza ha dominado en mis estados de ánimo. Ha sido difícil existir en estos días.


*


No sé cómo dominar mi espíritu. Las personas se molestan conmigo. Estos son días difíciles y tristes.

junio 20, 2008

Monstruo marginado y solo

Luego de que se me presentó una oportunidad de hacer mis planes realidad, en el fondo de mi ser me siento muy solo.

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Hoy regresé a mi casa muy tarde, fui a ver una obra de teatro en el Centro Nacional de las Artes, el famoso CENAR. ¿Cómo llegué ahí? La verdad es que andaba vagando, pensativo, pensando en un montón de tonterías, cuando se me ocurrió ir a ver qué había de nuevo por ahí.
*
Ya conocía el CENAR, siempre me ha gustado su nave plateada. Hace como 10 años, cuando soñaba ser un escritor reconocido, lo frecuentaba mucho. También en algún momento quise estudiar arte ahí, pero al ver que pedían muchos requisitos económicos, pues no estaba a mi alcance.
*
Así que ahora fui con el pretexto de sacar algunas fotografías.
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Un hombre algo viejo, con un traje medio arrugado, me preguntó si ya había visto las escaleras del área de teatros, que estaban muy interesantes como para sacarles una fotografía. Así que caminé con él hacia el lugar que me señaló, y en efecto, las escaleras estaban muy padres. Fue entonces que le pregunté qué hacía en el lugar, y me platicó su labor de difusión; finalmente, me invitó a pasar a ver una función de teatro que estaba a punto de iniciar.
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Cuál fue mi sorpresa, me encontré con un amigo que no veía hace como un año. Nos abrazamos efusivamente. Platicamos y finalmente entramos a ver la obra; totalmente aburrida y cansada. Estuvimos dos horas y quince minutos que fueron un tormento.
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Salimos directo a tomar una cerveza para ponernos al corriente de nuestras vidas. Y como siempre, él dominó la plática. Habló, habló y habló de él. No tuvo la sensibilidad de preguntar sobre mi vida (me enoja esa situación, mas recurrentemente me sucede).
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Recordamos tiempos viejos, aventuras, y regresamos al punto en que alguna vez nos encontramos. Hace ya tiempo había mostrado cierto interés por mí, pero yo lo rechacé, en aquel momento yo amaba a otra persona.
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Ahora las cosas son diferentes, precisamente en el momento es que ando buscando un sustituto de mi amor platónico, se presenta este tipo. Lo observé y me di cuenta que a sus 45 años, es un tipo bien parecido, con un rostro sumamente varonil, "barba de candado", medio canoso, galán. ¿Quién se le puede resistir a un tipo así?
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Las reglas de esta relación son bien conocidas. Él es casado, con hijos; así que lo único que puede dar está entre sus piernas y nada más. Y yo que me propuse encontrar alguien con quién hacer el amor, en sustituto de aquel que no me hace caso, así que en aquellos momentos me sentí dichoso. En menos de 24 horas me podía hacer de un amante. Interesante situación.
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Pero no. Las cosas son más complicadas de lo que uno planea. Me dio un beso, me iluminó el rostro. Nos abrazamos, frotamos nuestras manos mientras caminábamos en la oscuridad. Y él, tenía que llegar a su casa.
*
No quiso irse así y ya. Él quería formalizar una relación de intercambio de placer. Inicialmente yo quería ser todo un casanova e iba a decir sí. En unos cuantos segundo, mi ser rechazo esa situación, no podía hacerme eso, yo merecía el "paquete completo". Amor y placer o nada. Y de nuevo, como hace tiempo, le di entrada, hasta lo besé, pero al pasar los segundos, me retracté y lo mandé a volar.
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Ahora, en cuanto va pasando la noche, la sensación de soledad se me ha esparcido por el cuerpo, causandome mucho frío.
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Me duele que no vea la exquisita persona que soy, lo maravilloso que amo. La ternura que tengo guardada en mi pecho. Soy una bomba atómica de amor. Necesito dar, necesito que me vean, que palpen mi existencia, que me vean real. Nadie lo nota: soy una hermosa persona.
*
En días como estos, que me detengo a pensar en mí, termino llorando. Soy un llorón. ¿Cuánta gente? Miles y millones de personas, y yo solo, cantando mi destino en el frío de la madrugada, pegado en el ordenador. Y pasa la vida, y no logro subirme al tren de la alegría.
*
Personas más desagradables, más malas, más groseras, con menos herramientas, gozan, sufren, lloran, viven con más equilibrio que yo. Envidio a esas personas normales, comunes, porque ellas si encuentran sentido a su vida.
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Mi experiencia en este mundo, está dictada por mucho trabajo, pobreza, sacrificio, sufrimiento, soledad, cansancio, marginación y soledad. La soledad me ha acompañado desde que tengo memoria, es un sentimiento sin mucho fondo. Sólo es un vacío en el ser.
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En días como este, me descubro monstruo, deforme, triste, pobre.
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Siento que el mundo no se merece a una persona como yo. Por eso el mundo humano sucumbirá. Ya no queda mucho fe en mi ser; por años se ha gastado y desaparece.
*
Creo que sí soy un monstruo. ¿Los monstruos son malos? No, definitivamente no. Los monstruos son seres que los humanos comunes y corrientes marginan, les hacen daño, los hieren, los destrozan en su carne, los desechan, eso son los monstruos. Luego entonces, yo soy un monstruo; un monstruo marginado y solo.

junio 18, 2008

Te buscaré en la carne de los extraños

Frankenstein
En la parte intermedia de esta madrugada se me acaba de prender el foco. No tengo por qué sufrir el hambre de su carne. Lo voy a buscar en algún extraño, como probablemente, en las noches cuando más me necesita, me busca en el cuerpo de su esposa.
*
A la mejor, este es un juego peligroso. A la mejor. Pero creo que será algo emocionante.
*
Tomaré la carne de los extraños, para vestir su alma. Claro que para nada será el nirvana. Será una forma de hacer lo que la vida en la realidad me niega.
*
Sino sale la lumbre de mi interior, moriré calcinado.

Amantes platónicos

Y así fue. Lo vi, discutimos nuestros temas concertados y al final, pude despedirme de él con un fuerte abrazo. Ese abrazo lo prolongué lo más que pude. Aspiré su aroma, y moldeé mi cuerpo a sus formas rechonchas.

*
Él fue mi soufflé de chocolate, mi manjar. Además, algo que ya entendí es que sólo somos amantes en sueños, en fantasías, en un mundo que no es este. Somos todo lo que cada quien piensa de uno con relación al otro.
*
Si bien todos estos días me los había pasado sufriendo, porque nunca me va a hacer caso, o porque no puede darse el lujo de quererme, amarme o disfrutarme, me he calmado. He aceptado las impotencias de que te dota la vida. No hay mucho qué hacer.
*
En silencio, luego de haberlo visto, llegué a mi casa, y reviví una y otra vez ese abrazo tan sexual. Por horas, sin planearlo, me masturbé una y otra vez, con el mismo recuerdo. Luego de toda la tarde tumbado en la cama, enviándole ondas telepáticas de sexo y deseo, me agoté y dormí hasta el día siguiente.
*
... Somos unos amantes platónicos. Nos hacemos el amor con la mirada. Salimos de nuestros cuerpos para darnos todas las sustancias que tenemos contenidas en el alma. Nos agotamos, y regresamos a nuestros cuerpos a dormir en la náusea de la vida.
*
Ssssh, no lo digan, pero creo que le amo, lo deseo con el poder de la lumbre, me muero de hambre de su cuerpo, de todas sus excreciones, de sus sueños.

junio 13, 2008

Espectación

Ingenuidad, eso es lo que mi inspira. Mañana, a media mañana, iré a su encuentro. Bueno, se supone que es una reunión de trabajo de un proyecto, pero sé que nos morimos de ganas de vernos.
*
Una parte de mí sabe que no pasará nada, que todo se quedará en las miradas. El otro día, hasta me había despedido de él, pensé que no lo volvería a ver.
*
Me emociona. ¿Qué pasará? Se atreverá a darme un beso, a insinuarme su deseo. Espero que no termine en un chasco.
*
Dormiré hoy pensando en él. Reviviré todos esos momentos que atesora mi mente. Recordaré su rostro cuando habla, cuando se avergüenza, cuando me mira, cuando siente angustia...

junio 12, 2008

Más tarde


No hay control. No hay sentido de la realidad. No puedo dormir, estoy algo muerto. Salí a caminar en medio de la noche y nada; no pasa nada. Parece que la vida no tiene ningún sentido. Estoy, creo, enfermo. Los días pasan, se convierten en años, y yo no vivo. La muerte me tiene en sus alas; no me deja transitar de vida a muerte. No se atreve a llevarme de una vez.

A la mejor, sabe que tengo un encargo, que no me puede llevar, pero algo encuentra la muerte en mí que no me deja vivir.