Y en medio de una vorágine de pensamientos sin sentido, he sentido miedo, porque una y otra vez, lo único que encuentro es la condición humana en su más vil representación. Por situaciones de la vida, he tenido que ir a un funeral, lo que más me indignó fue la rebatinga de las pertenencias del difunto que estaba haciendo la familia doliente en cuestión. Luego, entre sus charlas, chocantemente, repetían cuestiones de la más vil enajenación televisiva; repetían una y otra vez los comerciales gobiernistas. Y lo peor es ver que están super jodidos por esas políticas de gobierno, y repiten como pericos ese apoyo chocarrero, sin lógica de una sola neurona.
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Estoy totalmente decepcionado de la razón humana y la condición humana. Burrr.
agosto 10, 2008
Una de funerales
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