noviembre 21, 2007

Dicha no dicha

I love Kiliwa

Recorrer su cuerpo ha sido una provocación, cuasi pecadín. No he podido aguantas las ganas de nadar en en su cuerpo... Los días han pasado, y los milagros se van contando. Parece que el tiempo se congela. No he querido comentar nada. Las cosas están bien cuando no necesitan ninguna explicación. Ahora es cuando al fin comprendo que el silencio, no es ausencia de pensamiento, sino la virtud del secreto de la dicha. Preferible no es pensar, sino en silencio contener, aunque sea un solo instante, el placer de la vida transcurrida en dicha; y no perturbar las pasiones, con falsas explicaciones de seudo sabias palabras vertidas. He dicho¡¡¡¡

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