Aleluya mi Kiliwa, he encontrado un gran tesoro: Mi piedra filosofal. Sí, ni siquiera me atrevo a enterarte de todo, por miedo a perderla, pero una vez que la termine en formato de tratado, la publicaré...Cambiando de tema, resulta que la semana pasada ya había decidido sacar de línea este blog que comparto contigo, debido a que me di cuenta que estoy siempre exponiéndome a que las personas que me conocen utilicen lo que escribo para agarrarme la medida; sin embargo, llegué a la conclusión, después de mucha reflexión, que este testimonio que te doy de mí es importante porque es una manera de decirle al mundo que los simples mortales, somos algo más que masa homogénea; sino seres complejos, llenos de cosas qué decir así como necesidad de reconocimiento. Por eso, aquí sigo Kiliwa, y ya no tendré miedo en decir lo que soy en lo profundo.
-*-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario