junio 20, 2007

Laboratorio de Lobotomía: caso Succar Kuri

Hoy fue un día nublado, lleno de lluvia, mi Kiliwa. Estoy convencido que para evitar la enfermedad, hay que saber qué es o quién es, por eso veo necesario que aprendamos nuestra lección del caso de pederastia en Cancún, centrándonos en el sujeto anti sistémico de Succar Kuri. No como una celebración de sus filias, sino como un caso de estudio.

Sujeto de estudio: Jean Thouma Hanna Succar Kuri
Edad: 61 años, nació el 19 de septiembre de 1944
Nacionalidad: Estadounidense, nacido en el Becharré, Líbano
Delitos por los que está siendo procesado:
Acusado de Abuso sexual, por varios menores de edad
Se le imputa encabezar en Cancún, Quintana Roo (México), una red mundial de pederastia
Pruebas en su contra: Más de 80 fotografías (de infantes violados por adultos) que constaban en su poder, así como en el de su esposa. Videos de pornografía infantil, declaraciones de víctimas. Reconoció en una de las diligencias judiciales, que tuvo relaciones sexuales con varias menores, así como en un video.
Número de víctimas estimado: Alrededor de 100 niños y niñas.
Capacidad intelectual: Muy elevada.
Habilidades: Facilidad para los negocios, las relaciones públicas.

Perfil Psicológico: Marcados trastornos sexuales. Enfrenta problemas de identidad que lo llevan a incurrir en parafilias, en la modalidad de actos de pedofilia.

En su vida normal, tiene una deficiente introyección de normas y valores, carencias afectivas, relaciones superficiales e inadecuadas, manipulación, egocentrismo, rigidez, impulsividad e inmadurez emocional.

Padece estados anacrónicos de ansiedad; baja tolerancia a la frustración sexual, lo que lo lleva a infringir las normas sociales; probabilidad alta de incidencias de conductas sexuales no legales, y tendencias sicopáticas evidentes que lo llevan al estupro y las sexopatías.

Necesita reconocimiento de los demás, por lo que busca asiduamente quien lo alabe.

Ante la frustración tiende a reaccionar de manera violenta, con tendencias a sobreinterpretar estímulos. No es capaz de reconocer sus errores.

Gusta dominar, y ejercer el poder sobre aquellos a quienes considera inferiores.

Métodos de abuso: Se muestra empático con sus víctimas, se las gana con afecto, dulces, dinero, ropas. Una vez ejecutado el abuso, mantiene control emocional de las menores, para manipularlas a su antojo y así evitar ser denunciado.

Actitudes ante el proceso judicial que vive: Siente incertidumbre ante el futuro, se siente perseguido injustamente; se considera víctima y se angustia.

Biografía: Nació en el Líbano. Llegó a México de manera ilegal. Empezó por trabajar en el estado de León Guanajuato con sus tíos, con quienes no se entendió, porque se sintió tratado como inferior. Les sacó dinero, que le permitió trasladarse al estado de Guerrero. Por su condición de ilegal, enfrentó varias veces a la justicia.

En 1975, cuando fue detenido en las oficinas de Migración, mientras se le tomaba su declaración para deportarlo, conoció a Camel Nacif, otro Libanés, nacionalizado mexicano, con quien inmediatamente se entendió. Camel Nacif lo ayudó a arreglar sus papeles. De ahí su relación de socio de Succar Kuri con Camel Nacif.

En Acapulco, su primer negocio fue una fuente de sodas en el supermercado Comercial Mexicana. Al poco tiempo, se convirtió en mediador de negocios, lo que rápidamente le redituó cantidades importantes de dinero. Tras algunos fracasos en sus negocios y el rumor de que le gustaban las niñas pequeñas, decidió trasladarse a Cancún.

En el Estado de Quintana Roo estableció vínculos con el crimen organizado. No tardó mucho en comprar 60 villas en la zona del Caribe, y así se convirtió en uno de los empresarios hoteleros más importantes de la entidad.

Evaluación de su aparato psíquico: Tendencia mayoritaria a ser histérico. No tiene control total de sus emociones. No es muy limpio. Conformación de perturbaciones a muy temprana edad. Su capacidad de empatía no está asociada con el "ello", sino disociada, de tal manera que sólo es un instrumento que le permite allegarse de afectos sociales, financieros y sexuales.

No tiene capacidad de identificarse con el otro. El otro sólo es sujeto si comparte intereses; si no tiene ninguna relación entre iguales, el otro, se vuelve objeto, con lo que es fácilmente manejado, manipulado, destruido, utilizado. Las barreras emocionales y sus perturbaciones, le evitan tener algún sentimiento de humanidad hacia el otro. Su capacidad de humanismo nada más existe para sí mismo, su yo: el único existente en su psique.
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