NEO- Porfirismo

De pronto me he sentido muy frágil. Con un poquito de observación y cualquiera de nosotros podrá observar que pasan cosas de verdadera preocupación.
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Ayer tuve que recorrer todo el Distrito Federal en automóvil por cuestiones netamente del trabajo que realizo, cuál fue mi sorpresa. Eran las doce del días y casi no había negocios abiertos. Después, miré y ya eran las cuatro de la tarde, y seguí viendo negocios clausurados, cerrados.
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Hice un viaje maratónico al sur, luego al centro de la Ciudad de México. Quedé anonadado y preocupado de ver tanto negocio quebrado.
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El país ensangrentado, lleno de ladrones de alto nivel, una derecha autoritaria ejerciendo el poder... vamos sin rumbo, directo al despeñadero y nadie lo nota.
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Qué preocupante que nada más los noticieros de los medios masivos se la pasen hablando de estupideces y no digan nada de lo que verdaderamente está sucediendo en el país y que es necesario poner más atención.
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Además de que la ciudad está convertida en el paraíso del sin sentido; todas las rutas estaban congestionadas, era un trafical de autos que no había ni para donde hacerse.
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Realmente regresé triste. Sentí algo de miedo. Cuando pasé por la Lagunilla vi cómo unos policías alcanzaron a un ladrón; lo tiraron al piso entre dos, y se dejaron venir unos cinco policías más. El ladrón en cuestión no tendría más de 20 años. Se veía pobre, "cementero", sucio.
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En la Condesa, vi un restaurante en el que hace dos meses comí, pero ahora estaba el inmueble vacío, como si nadie lo hubiera ocupado desde hacía años.
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Como se me pinchó una llanta, el tipo que la arregló me ofreció comprar el automóvil; ofreció una suma de risa. El automóvil ni siquiera es mío. Todos tienen ganas de agandallarse como puedan. Hay hambre de todo...
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Mientras me formaba en el banco para depositar dinero de una vieja deuda, observé que varias personas pidieron convertir sus transferencias de dinero en dólares, el cajero les decía una y otra que no había dólares, que vinieran al día siguiente temprano, que a la mejor alcanzarían a cambiar sus pesos.
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¿A nadie se le hace sospechoso tanto movimiento?
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Como siempre, las mayorías no saben que están fritas (perdón, que estamos fritas). ¿Nadie va a decir nada? ¿Esperaremos a que nos lleve la "chingada"?
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Me aprieto mis manos. Espero que a pesar de que se ve la depresión en todos los sentidos, yo no caiga derrotado o desesperanzado. Espero que mi sentido de la vida, me permita luchar, luchar, luchar...