Luego de que el día se puso algo lluvioso, las cosas fueron cambiando lentamente. De pronto, aquellos dos de quienes me despedí para siempre, se han comunicado conmigo, quieren verme. Y no entiendo porqué insisten en angustiarme, sino pueden darme lo que quiero. *
Kiliwa quiere verme, aunque no hay en sus cartas ningún compromiso, sólo quiere que las cosas queden suavizadas entre nosotros. "No quiere perder mi amistad". El mantenerme a su lado de manera artificial le parece una nimiedad: ¡Qué no sabe que eso me molesta a gran nivel¡ Si lo vuelvo a ver me voy a derretir, lo voy a desear lo voy a tocar, y él me rechazará.
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El otro, sabe que en su vida actual no hay cabida para una relación conmigo, pero le satisface que nos veamos entre miradas, que soñemos, que nos hablemos por teléfono de cosas profesionales, y entre nuestras palabras serias dejemos salir un ligero cantar de deseo. Sí, porque luego de que me habla por teléfono, no puedo evitar revolcarme entre las sábanas y arquear mi espalda esperando sentir cómo entra, o bueno imaginar que entra en mí, porque definitivamente no hemos compartido el mínimo microbio.
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Mmmm, y sigo solo, sin compañía; puro deseo fatuo, sin olor, sin sentido. Los compromisos con otro están ahí esperando que llegue el tiempo, que maduren las propuestas. Se supone que tengo quien me ame, pero está lejos, está cumpliendo sus sueños, y da lo mismo, solo, abandonado, con frío, loco, triste.
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¿Qué pasará? El tiempo me ha hecho un mirón de la vida, un voyerista. "Pura mierda maniaca sexual".
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Por qué esos dos no me dejan en paz, y me dejan tranquilo seguir mi vida. No, me interrumpen mis silencios, me incomodan, me incitan y no me satisfacen en ningún sentido, nada más me dejan nervioso, lleno de culpa, de vicio sentimental.
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Al brujo del ciberespacio le solicito, le pido, que si esos dos no me aman, uno de ellos o los dos al mismo tiempo, que me dejen conmigo para siempre y no se vuelvan a meter conmigo.
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