Algunos dicen que he leído poco, otros dicen que he leído demasiado poco. Yo creo que no he leído lo suficiente. Hay tantos libros que quiero leer que desearía vivir mínimo unos 200 años, para poder leerlos.
En fin, empiezo, no sin antes desear que me cuentes sobre los libros que te marcaron de por vida.
- Cyrano de Bergerac de Edmund Rostand.- Fue el primer libro que leí solo, sin ayuda de un adulto; tenía ocho años. Reí, lloré y por primera vez me enamoré. Si un día decidiera suicidarme, desearía leer primero este libro y después morir.
- Alicia en el país de las Maravillas de Lewis Carroll.- Cuando leí este libro siempre encontraba significados diferentes entre una y otra lectura. Me identifiqué tanto con el personaje de Alicia descubriendo el mundo, que creo por eso que adoro a los gatos. Creo que sigo adorando el libro porque no lo entiendo, me confunde.
- Momo de Michael Ende.- Es mi libro favorito de Ende; si no hubiera sido por Momo no me hubiera puesto a reflexionar sobre las dimensiones, los mundos alternos, la perspectiva en toda la extensión de la palabra. Lo leí un día un poco desafortunado para mí, y olvidé el dolor de aquellos días.
- Las Ilusiones Perdidas de Honoré de Balzac. - Por aquellos días me habían destrozado el corazón. Me quedé parado en el metro, abajo del reloj, esperando que llegara, no llegaba, sabía que era el fin, así que con cierta resignación, empecé a leerlo; lo que encontré entre sus páginas fue algo con tanta fuerza, con dulzura amarga. Al finalizar el libro comprendí que te pueden desgarrar, destrozar todo, puedes vender todo, perderte y encontrarte desamparado, en la pobreza, en la miseria humana, pero tienes que defender con todo lo que te queda de oxígeno tu dignidad.
- Bajo la rueda de Herman Hesse. - Cumplía 10 años, tenía mucha hambre y no quería pensar en eso, así que abrí una caja para ver que tenía y encontré ese libro. No paré de leerlo hasta el fin. Todavía cuando veo el libro, abro la última página del libro y observo sin evitar el llanto, las últimas páginas maltratadas por las abundantes lágrimas que entonces vertí en él.
- Demian de Herman Hesse. - Había entrado a la secundaria y una maestra me quitó el libro, y me dijo que no leyera el libro, porque me ensuciaría, debido a que trataba de un pervertido. Este libro me ayudó a encontrarme, a aceptar mis obsesiones y a intentar controlarlas.
- Siddhartha de Herman Hesse.- Me ayudó a entrarle a la filosofía, y no sólo eso, durante unos cinco años, me devoré libro tras libro, le entré a Nietzsche, Platón, Aristóteles, Albert Camus, Sartre, Comte, Marx, Hegel, Confusio, Bertrand Russell entre otros. Aprendí el concepto más bello: belleza.
- Los nombres del aire de Alberto Ruy Sánchez.- Descubría el placer sensual, cuando leí la prosa poética de Ruy Sánchez. Entonces me enamoré de la carne y sus formas.
- La metamorfosis de Franz Kafka.- De nuevo luchaba contra la eterna depresión, cuando leí este libro. Nunca se puede caer en el patetismo y bajar aún más abajo, sino se ha leído este libro. Es una metamorfosis leerlo. Leer este libro es una introducción a la comprensión de la naturaleza humana en todas sus dimensiones. Por reacción en cadena, me ayudó a entrarle a Sigmund Freud y Junge, básicamente.
- La lengua absuelta, La antorcha al oído, El juego de ojos y Fiesta bajo las bombas de Elias Canetti.- Una sucesión de libros, queridísimos; una purga que vivió mi espíritu; la muerte y la reencarnación, todas juntas. De principio a fin, me reconcilié con mi pasado, acepté mi presente y dejé de ser y desear ser lo que no era... al fin, me acepté con todas mis incapacidades, errores, defectos, y comprendí a todos y los acepté como eran. También comprendí que nunca, jamás, yo escribiría una autobiografía, no podría hacerla mejor que Canetti.
- Los siete pilares de la Sabiduría de T. E. Lawrence.- Este hombre es mi héroe. Me proyecto en su pasión.
- El Aleph de Jorge Luis Borges.- Borges me permitió comprender que yo soy de cuatro dimensiones. No tres, no dos, cuatro, o multidimensional.
- Un mundo feliz de Aldous Huxley.- Con este libro vi el futuro. Ya nadie sacó de mi cabeza el futuro. Lo vi, lo comprendí y supe que sería doloroso. Se me abrió el mundo a la ciencia ficción, así como a la visión de que no es ficción, son posibilidades muy concretas que podremos llegar a vivir; alerta de unos cuantos iluminados que nos dicen que corrijamos el camino, para andar mejor y no extraviarnos, aunque parece que nadie los escucha. Luego leería las extraordinarias sagas de Isacc Asimov, Philip K. Dick, Arthur C. Clarke, Ray Douglas Bradbury, Julio Verne, William Gibson, Boris Vian...
- Los mitos de cthulhu de Howard Phillips Lovecraft.- Cosa aparte; cosa totalmente aparte. Su lectura me abrió un mundo totalmente nuevo. Extraordinario. La pasión por Lovecraft me llevó a disfrutar la violencia como no tienes idea. Inmediatamente devoré otros libros de él, luego fui a leer a Edgar Allan Poe, Stephen King, Clive Barker, terminé siendo fanática del cine Gore de Dario Argento, David Cronenberg, Toby Hooper, Peter Jackson, San Raimi, Andreas Schnaas, Jörg Buttgereit (I love you), Shinya Tsukamoro. Guuuuau¡¡¡
- El arco y la lira de Octavio Paz.- Si bien no es una novela, sino un ensayo, su libro ha sido de balance en mi vida, iluminó mi camino sobre las palabras, los significados; me llevó hasta el límite de querer aprender matemáticas (cosa que por cierto no logré), para comprender la vastedad del universo. Y cuando pienso en el libro, me digo, la poesía es todo, el universo entero, la materia, tus ojos, los besos, las lágrimas que caen, la lluvia estrepitosa de la mañana que viene entrando... es todo.
Por ahora, llegará mi lista hasta aquí, porque la mañana viene entrando, y tengo que dormir aunque sea unas cinco horas; mañana será un día hermoso porque por hoy ya pensé un poco en ti. Besos.
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